En 2009, WhatsApp inició su marcha triunfal alrededor del mundo. El servicio de mensajería, desarrollado como una alternativa al antiguo SMS, creció a números de usuarios de nueve dígitos en unos pocos años. En 2014, Facebook compró la empresa y la aplicación, momento en el que alrededor de 800 millones de personas ya estaban registradas en WhatsApp. El precio de compra fue la asombrosa cifra de $19 mil millones y se pagó parte en efectivo y parte en acciones de Facebook (ahora Meta). WhatsApp todavía lidera la lista de las aplicaciones de mensajería más populares por un amplio margen, por delante de Signal, Telegram y otras.
Pero, ¿es este popular servicio el medio adecuado para realizar una propuesta de matrimonio? ¿Se ha vuelto común un compromiso por WhatsApp en nuestro mundo digitalizado?
¿Es una buena idea una propuesta de matrimonio por WhatsApp?
Una gran parte de la comunicación privada ahora se realiza a través de WhatsApp, las generaciones más jóvenes, en particular, usan teléfonos inteligentes casi exclusivamente para mantenerse en contacto con amigos, familiares y conocidos. Así que la idea de hacer una propuesta de matrimonio con la ayuda de WhatsApp no es del todo descabellada.
Sin embargo, desaconsejamos proponer matrimonio por WhatsApp, porque por muy bonitas que sean las imágenes que utilices, por más que escribas, una propuesta de matrimonio que no se hace en persona en presencia de la otra persona no tiene intimidad ni romanticismo. Son precisamente estos dos elementos los que componen una propuesta de matrimonio, dos personas que se aman profundamente y viven juntos este momento. Con WhatsApp, no ves el brillo en los ojos del otro cuando te arrodillas. No escuchas la respuesta “Sí, quiero” entre lágrimas de alegría. No podéis abrazaros y besaros. Te pierdes lo que hace que una propuesta de matrimonio sea uno de los momentos más hermosos de la vida.
La afirmación puede sonar muy tradicional y conservadora, pero simplemente hay cosas en la vida que es mejor decirlas en persona por su importancia y seriedad. No por teléfono, no por correo electrónico y no por WhatsApp. Revelarle a tu pareja que estás dispuesto a pasar el resto de vuestra vida juntos, en matrimonio, es claramente una de esas cosas.
¿Cuáles son las posibilidades de éxito de una propuesta de matrimonio a través de WhatsApp?
Enviar un mensaje por aplicación no significa necesariamente que hayas hecho un esfuerzo especial. La imagen del anillo de compromiso no puede reemplazar el ponerlo tú mismo. Existe un alto riesgo de que la propuesta resulte un capricho espontáneo y tu pareja piense que estás haciendo una broma que no está funcionando.
Las posibilidades de que la propuesta de matrimonio tenga éxito y no sea rechazada son ciertamente más altas con una propuesta real de la vieja escuela que con una virtual. Por supuesto que hay buenas razones para rechazar una propuesta de matrimonio, pero la idea de que la forma en que lo propones es la razón del rechazo es claramente evitable.
El veredicto en los foros de bodas más populares sobre el tema de las propuestas de matrimonio usando WhatsApp es correspondientemente cauteloso, para la mayoría de las personas ven una propuesta de matrimonio con estas características bastante extraña y muy poco romántica.
¿Hay situaciones en las que una propuesta de matrimonio por WhatsApp es adecuada?
Como pasa en todas las situaciones, hay momentos excepcionales en los que una propuesta de matrimonio clásica simplemente no es posible, por ejemplo, en una relación a larga distancia, entre dos continentes. La pareja no se volverá a ver durante muchos meses, pero ¿y si uno de ellos no quiere esperar tanto? Entonces podría usar WhatsApp, pero no la función de mensajería normal, porque además de esto, la app también ofrece una función de videollamada.
En una videollamada de este tipo, la pareja puede verse, hablarse directamente, ver las reacciones de los demás y presentar el anillo de compromiso de diamantes a la cámara. Mejor aún, contratar a un mensajero confiable de objetos de valor para enviar el anillo. Justo antes de que se entregue el anillo, el mensajero llama y la pareja comienza la videollamada. Una gran sorpresa que no dejará de tener efecto, pero requiere una sincronización perfecta.
